LIMBUS RESTOBAR posee una propuesta —cuidada y contemporánea— se encuentra en las primeras posiciones entre los restaurantes más populares de la ciudad del Cusco. la carta conforma una interesante variedad de cócteles creativos y de inventiva. La cocina es un mundo aparte en el que comparten protagonismo, la creatividad y la pasión, además del alma experimental que destaca la propuesta. Y sin mencionar el diseño atrevido y propio del restaurante y la espectacular vista panorámica de toda la ciudad del Cusco. Los paisajes, los insumos y el ingenio son los ingredientes más importantes que inspiran día a día este trabajo.
La privilegiada vista de Limbus Resto Bar, en San Blas, es uno de sus mayores atractivos pero no el único. Su especialidad son los mojitos, pero como buen rincón peruano luce en su carta un cóctel en el que la hierba buena, el limón y el azúcar se fusionan con el pisco creando un sabor auténtico al que le llaman ‘mosquito’.
Su propietario, el cusqueño Joseph Corimaita Cuba, me cuenta que Limbus nació cuando cansado de trabajar para un banco decidió renunciar, dejar atrás la rutina y emprender su verdadero sueño. Fue así como una hermosa casona de 1800, conocida como la quinta San José De Bellavista, pasó a tener una pendiente sobre la que se construyó Limbo. Porque ese fue su nombre inicial y respondía al estado en el que se encontraba Joseph al momento de abrir. Con el tiempo, y con un querella de por medio, mutó a Limbus.
